jueves, 20 de enero de 2011

El odioso cambio

"Amiga, no ha cambiado, la gente no cambia" te decía yo, y tú, creyente a más no poder, "Yo sé que sí, es diferente". No fueron más que días hasta que te dieras cuenta de que no, no había cambiado. Pero claro, él es gente, tú siempre has sido diferente, de otro mundo, y por lo que se ve, sí cambias. Has cambiado, y muy a mi pesar.

Ya no llamas, ya no escuchas, ya no miras a los ojos, ya no respiras a mi lado, ya no me abrazas, me ignoras, me desprecias, ya, ya no eres tú. Dicen que son etapas, ciclos, lo que sea, es una mierda. Ya no duermo, ya no concilio el sueño con tu imagen, ya no alzo la mirada, ya no pienso, ya, no soy yo.

Amiga, tu cambio trae el mío, y es que, tan ciega es nuestra unión, que no se cómo ni dónde te he perdido. 

Te echo de menos, sí. Pienso en ti constantemente, sí. Cierro los ojos y veo esa sonrisa trazarse en la oscuridad de mis pensamientos. Veo, te veo a ti. Sí, eres tú y, dios, te quiero. Pero abro los ojos, y ya, no son más que pensamientos. Sin ti, me quedan tan sólo pensamientos. Un mundo, que no es mundo si no fantasía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario