lunes, 7 de marzo de 2011

Dios, recuerda esto.

Me hablo a mi mismo. Me pido nunca hacerle daño.

Escúchame, esto lo escribiste tú mismo. Ella no se ha dado cuenta, ella te quiere, te ha intentado ayudar.

Tú la quieres, espero que si algún día pierdes el control y vas a ser injusto con tus palabras no lo hagas al momento y algo te haga venir a este tu rincón del pensamiento a recordar que sólo estás aquí para quererla. No lo hagas tío. Ella te ha ayudado, y mucho.

17 smiles for her.

Las putas orugas

No estás aquí. Te busco pero no te encuentro. ¿Y esa empatía? ¿Dónde guardas ese calor que prometiste darme siempre, hasta en los malos momentos? No te lo echo en cara, has encontrado algo, algo que te llama la atención. Sólo te digo, amiga, que yo, siempre he contestado al segundo en el que me hablaste, he estado atento a todo y he querido ayudarte. Al menos, no he dejado que estuvieras mirando sóla a la pantalla, que notaras el frío que te mata lentamente cuando estás sólo, sólo entre mucha gente. Echo de menos el pricnipio, echo de menos tu sonrisa y noto qu me falta el aire.

Otra vez más, no das señales de vida.